EEUU enviará miles de tropas a Afganistán para evacuar casi toda su embajada

Estados Unidos enviará esta semana miles de tropas a Afganistán y el Golfo Pérsico para evacuar a la mayor parte del personal de su embajada en Kabul, ante un creciente temor de que la capital afgana pueda caer en manos de los talibanes en el próximo mes.

El Pentágono anunció este jueves el despliegue de al menos 7.500 militares en la región, entre ellos 3.000 que llegarán en las «próximas 24 a 48 horas» al aeropuerto internacional Hamid Karzai de la capital afgana para ayudar a sacar del país a cientos de empleados de la embajada.

Deterioro de la situación de seguridad en Kabul

«Creemos que esto es lo más prudente, dado el rápido deterioro de la situación de seguridad en Kabul y sus alrededores», dijo el portavoz del Departamento de Defensa, John Kirby, en una rueda de prensa.

La decisión supone un notable giro de timón después de semanas en las que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió en que los avances de los talibanes no le harían replantearse la retirada militar del país, que ya estaba completa al 95 %, según el Pentágono.

El envío de 3.000 soldados más a Kabul, donde quedaban todavía unos 650, elevará el contingente estadounidense en Afganistán a un nivel ligeramente mayor al que tenía cuando comenzó el proceso de retirada militar el pasado mayo, momento en el que había 3.500 militares estadounidenses en el país.

Esos 3.000 soldados proceden de tres batallones -dos del cuerpo de Marines y uno del Ejército- apostados actualmente en el área de responsabilidad del Comando Central, explicó Kirby.

Más de 3 mil soldados llegarán a Kuwait

Además, un equipo de combate de la brigada de infantería compuesto por unos 3.500 soldados llegará la próxima semana a Kuwait procedente de la base militar Fort Bragg (Carolina del Norte), añadió.

Esos militares aguardarán en Kuwait por si resulta «necesario» desplazarse a Afganistán y reforzar el despliegue de seguridad en torno al aeropuerto de Kabul, detalló el vocero.

Por último, otros 1.000 militares se dirigirán en los próximos días a Catar para apoyar en los trámites para conceder visados especiales a decenas de miles de intérpretes, conductores y otros afganos que ayudaron durante la guerra a EE.UU. y que quieren mudarse al país norteamericano junto a sus familiares.

El despliegue tiene como objetivo reducir al mínimo el personal de la Embajada de Estados Unidos en Afganistán, compuesto por unas 4.000 personas, incluidos unos 1.400 ciudadanos estadounidenses.

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, informó en una rueda de prensa sobre esa reducción del personal de la sede diplomática, sin dar cifras sobre cuántos de sus empleados se quedarán en el país.

«Esto no es un abandono, no es una evacuación (completa), no es una retirada, es una reducción de nuestro personal civil», defendió Price.

Kabul podría caer en manos de talibanes

Subrayó que la embajada seguirá trabajando y abierta en su ubicación actual, aunque de acuerdo con varios medios ha habido conversaciones en el Gobierno de Biden sobre la posibilidad de trasladarla al aeropuerto de Kabul para facilitar un posible proceso de evacuación total en caso de que caiga la capital.

Las agencias de inteligencia estadounidenses calculan que, dados los rápidos avances de los talibanes, Kabul podría caer en sus manos en un plazo de entre uno y tres meses, informaron este jueves los diarios The New York Times y The Wall Street Journal.

Price insistió en que el objetivo del despliegue de tropas es «única y exclusivamente» ayudar en la salida de ese personal diplomático, y no implicarse más a fondo en el conflicto afgano.

Sin embargo, el anuncio de la operación hizo que muchos en EE.UU. compararan la situación con la caída de Saigón en 1975, cuando un helicóptero tuvo que evacuar a los estadounidenses de la embajada en Vietnam desde la azotea.

La legación de Estados Unidos en Kabul, que los marines estadounidenses recuperaron en diciembre de 2001 tras haber sido quemada por los talibanes, instó además este jueves a los ciudadanos de su país que todavía siguen en Afganistán a irse inmediatamente en vuelos comerciales.

 Mientras, el enviado especial de EE.UU. para Afganistán, Zalmai Khalilzad, está intentando convencer a los talibanes de que la embajada debe mantenerse abierta y segura si el grupo insurgente quiere recibir ayuda financiera estadounidense en caso de formar parte de un futuro Gobierno afgano, según The New York Times.

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El anuncio estadounidense llegó cuando los talibanes estaban a punto de capturar las dos mayores ciudades del país después de Kabul, Herat y Kandahar, dentro de una fulgurante ofensiva que ha llevado al Gobierno afgano a proponerles compartir el poder a cambio de un alto el fuego inmediato.

Poco después del anuncio del Pentágono, el Reino Unido anunció también el despliegue de 600 militares en Afganistán para ayudar a los nacionales británicos a abandonar ese país, ante el «rápido deterioro de la seguridad».

EFE