Hombres armados se presentaron en una vivienda del Guasmo sur, en Guayaquil, la noche del lunes 11 de diciembre. Una familia fue acribillada al interior del inmueble. La Policía confirmó que se trató de una confusión y el objetivo era una casa contigua.
Por el múltiple impacto de balas, cuatro menores murieron en el sitio. Se trataba de los hijos de una pareja que residía en la casa de color verde.
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Los cuatro infantes tenía entre 5 meses y 7 años de edad. En sus cuerpos se hallaron, al menos, una decena de orificios de bala.
Los padres fueron trasladados a una casa de salud por la gravedad de las heridas. Del hombre se conoce que habría recibido el alta, mientras que la madre de familia aún tiene un pronóstico reservado y se debate entre la vida y la muerte.
La información entregada por la Policía Nacional es que la pareja no tiene antecedentes penales. Según versión de los vecinos, tampoco habría una motivación para atacar a la familia.
De acuerdo con Víctor Herrera Leiva, Comandante de la zona 8 de la Policía Nacional, los criminales habrían disparado por la ventana «sin percatarse de quién estaba al interior».
Adelantó que están buscando a los responsables y estableció como hipótesis un enfrentamiento entre grupos de delincuencia organizada denominados Los Lagartos y Mafia 18. «El atentado estaba dirigido a estás personas que serian de Los Lagartos, estamos trabajando con varias pericias técnicas, como institución hacemos una evaluación de cuántas personas han sido víctimas colaterales de estos eventos», agregó en una rueda de prensa la mañana de este martes 12 de diciembre.
Aunque no reveló quienes son los responsables, insistió en buscar indicios, incluidas imágenes de cámaras de seguridad. Mientras tanto, ya se realizan allanamientos en el sector.
En la vivienda a la que iba dirigido el ataque se encontraron explosivos y mecha lenta.
Por su parte, la Fiscalía General inició, de oficio, una investigación del caso. Todavía se realizan pericias en el escenario del crimen.
En la ventana, que da a la calle, se observa la huella del fatídico ataque de la víspera. Al menos una docena de balas habrían impactado en el vidrio y estructura metálica que conserva los orificios.