Por Patricia Armijo B. |
Según la Real Academia Española (RAE), el magnicidio es la «muerte violenta dada a una persona muy importante por su cargo o poder». Así, el asesinato del candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio es un hecho sin precedentes en Ecuador desde el retorno a la democracia, en 1979.
Villavicencio fue asesinado en un ataque armado ocurrido en el norte de Quito, la tarde del miércoles 9 de agosto de 2023 al salir de un mitin político junto a sus simpatizantes.
El candidato fue conocido por investigaciones que develan presuntos casos de corrupción durante el gobierno de Rafael Correa. Uno de ellos provocó una sentencia de ocho años de prisión por el conocido Caso Sobornos para el exmandatario, que reside en Bélgica.
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En Ecuador es el primer caso en que un candidato a la Presidencia es asesinado en plena campaña electoral y a 11 días de las elecciones. Sin embargo, otros candidatos, autoridades y políticos han sido atacados en procesos electorales anteriores.
Aunque en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) no está establecido el delito de magnicidio, el término ha sido aplicado para este tipo de casos. Varios han ocurrido en la región, en medio de las más grandes olas de violencia.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró tres días de luto nacional por el crimen de Villavicencio. El calendario electoral no será modificado y las elecciones se llevarán a cabo el 20 de agosto como se tenía previsto, según indicaron las autoridades.
Casos en la región
El político y líder del Partido Liberal Colombiano, Jorge Eliécer Gaitán, es considerado una de las figuras más influyentes de su país. Fue asesinado en Bogotá, en 1948, aunque los motivos del crimen no han sido esclarecidos hasta la actualidad.
En 2018, la Comisión de la Verdad de Colombia anunció su intención de solicitar a Fiscalía que se declare un crimen de lesa humanidad a fin de reabrir la investigación.
No es el único caso en ese país. A Luis Carlos Galán lo asesinaron con múltiples disparos durante la campaña electoral. Ocurrió en 1989 antes de pronunciar un discurso en Soacha, Cundinamarca. Previamente, el político del Nuevo Liberalismo rechazó el ingreso del narcotraficante Pablo Escobar a sus filas. También se mostró públicamente a favor de la extradición.
Esto habría calado en el cartel de Medellín y en el grupo autodenominado Los Extraditables, ambos liderados por Escobar. Este, para ese entonces, estaba en las filas apoyando al también candidato Alberto Santofimio Botero.
Las autoridades declararon a Santofimio Botero culpable del crimen y lo sentenciaron a 24 años de cárcel en 2007. Las investigaciones apuntan a que contó con la complicidad de agentes policiales y financiamiento del narcotráfico.
Para 2016, el Consejo de Estado de Colombia declaró al crimen como delito de lesa humanidad. Por lo tanto, Fiscalía puede judicializar a más personas según dicten las investigaciones.
México
En México, algo similar ocurrió con Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI. Lo asesinaron a tiros en Tijuana durante un evento político.
Ocurrió en 1994 y se detuvo a un hombre por el crimen, aunque no se determinaron las motivaciones ni el autor intelectual. Colosio murió con dos disparos, uno en la cabeza y otro en el abdomen.
A Mario Aburto Martínez se acusado del asesinato, aunque múltiples teorías quedaron en el aire sin respuesta hasta que la Fiscalía cerró el caso en 2020. En 2022 se reabrió la investigación del crimen declarado como el primer magnicidio de México en su época contemporánea.
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Gobiernos internacionales condenan enérgicamente el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio https://t.co/yB4umxUM5E pic.twitter.com/vWZtyRpeZn
— Teleamazonas (@teleamazonasec) August 10, 2023