Agnès Buzyn, exministra de salud de Francia, enfrenta acusaciones por ‘poner en peligro la vida de otras personas’ al inicio de la propagación del COVID-19 en el país. La imputación representa la primera para un responsable político francés por la gestión de la pandemia, la cual todavía se mantiene a nivel mundial.
La investigación a Buzyn, hoy funcionaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y a otros actuales funcionarios de gobierno comenzó el verano pasado. Entre ellos está el exprimer ministro Édouard Philippe y el actual responsable de Salud, Olivier Véran.
La exministra de Salud llegó a la cartera de estado desde el inicio del Gobierno de Macron, en mayo de 2017. Ella estuvo al frente cuando empezaron a aparecer las primeras noticias sobre un virus detectado en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019. No obstante, a mediados de febrero de 2020 abandonó el cargo.
El 24 de enero de 2020 aseguró que «los riesgos de propagación del coronavirus eran bajos». Aunque tiempo más tarde reconoció sus temores cuando era ministra sobre la catástrofe que se avecinaba. «Cuando abandoné el ministerio, lloraba porque sabía que la ola del tsunami estaba ante nosotros», dijo al diario ‘Le Monde’ el 17 de marzo, el primer día de confinamiento den Francia.
Por estas contradictorias declaraciones se decidió abrir una investigación. A esta se suman las denuncias de varias víctimas de COVID-19 que consideran que los altos responsables se demoraron en sus acciones para frenar la propagación del coronavirus.
Fuente | France24/