Guayaquil ‘Renace’ en su Bicentenario de independencia

Tras una pandemia que la desnudĆ³ ante el mundo hace seis meses, la ciudad ecuatoriana de Guayaquil intenta renacer en su Bicentenario de Independencia.

Se trata de una fecha en la que los guayaquileƱos comparan la determinaciĆ³n libertaria de sus antepasados con la lucha por la supervivencia contra el coronavirus.

Ā«RenacerĀ» es precisamente el nombre de la canciĆ³n del Bicentenario que, para el concejal Jorge RodrĆ­guez, hace alusiĆ³n a la capacidad de la ciudad de Ā«levantarse de las cenizas mĆ”s de una vezĀ».

Ā«Fue la primera a la que atacĆ³ la COVID, la que mĆ”s muertos tuvo, la que mĆ”s sufriĆ³, la que estuvo abandonada por el Estado. De ser la Wuhan de AmĆ©rica, ha terminado siendo un espejo en el que todos se quieren mirarĀ», seƱala a Efe RodrĆ­guez sobre los Ć­nfimos niveles de contagio actualmente, y ante la celebraciĆ³n, este 9 de octubre, de la emblemĆ”tica efemĆ©rides de 1820.

Ā«El renacer es parte de lo que nosotros hemos visto en estos 200 aƱos. Esta ciudad, hoy estĆ” renaciendoĀ», agrega el funcionario, uno de los tantos que, junto a su alcaldesa Cynthia Viteri, se contagiĆ³ de la enfermedad.

Y tiene claro que no es una fecha para celebrar, sino para mirar atrƔs, recordar a los que se fueron y hacer todo lo posible para que lo sucedido no se vuelva a repetir.

UNA CELEBRACIƓN DISTINTA

Con las fiestas masivas y conciertos cancelados, con los bares y restaurantes a Ā«media llaveĀ», Guayaquil intenta reinventar la fiesta de Independencia.

El ‘after office’ ha tomado las pocas plazas al aire libre, ahora llenas de mesas ante el fantasma de una posible clausura por sobrepasar la ocupaciĆ³n permitida. SerĆ” una etapa de nuevas costumbres.

Ā«Es complicado salir con la preocupaciĆ³n de que te puedes contagiar, o tus hijos, pero ya es momento de enfrentar al virus y, con las medidas de precauciĆ³n, seguir la reactivaciĆ³nĀ», defiende Jimena PĆ”rraga en la plaza Guayarte, uno de sus lugares de diversiĆ³n nocturna.

Desde el Municipio tambiĆ©n han tenido que cambiar el programa y los tradicionales fuegos artificiales han sido sustituidos por un show de 300 drones por redes sociales: Ā«Estamos convocando a la gente a que no salga tantoĀ», explica RodrĆ­guez.

Guayaquil ha salvado la fiesta gastronĆ³mica ‘RaĆ­ces’, la mĆ”s esperada del aƱo, aunque ahora en modalidad ‘take-away’.

Ā«El Ćŗltimo RaĆ­ces tuvo 30.000 personas. Este aƱo esperan recibir no mĆ”s de 6.000. No va a haber mucho espacio. La gente irĆ” de compras y se llevarĆ” (la comida). Esa es la ideaĀ», precisa sobre un nuevo costumbrismo que busca proteger a la ciudad de los horrores de hace unos meses. EFE

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