La salud mental es determinante para niños, niñas, adolescentes

La pandemia por COVID-19 ha impactado la vida de niños, niñas, adolescentes y sus familias, afectando también su salud mental. Siguiendo el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que pide escuchar la voz de la niñez en asuntos que afectan sus vidas, UNICEF y el Ministerio de Educación realizaron una encuesta para preguntar cómo se sentían sus hijos a 4.500 representantes de niñas, niños y adolescentes, en Ecuador. De ellos, 4 de cada 10 afirmaron que se sentían muy angustiados o tensionados. Esta situación resultó ser más frecuente entre quienes estudian en educación básica superior o bachillerato1. 

Según estos datos, del total de estudiantes que han sentido angustia o tensión, 3 de cada 10 han recibido apoyo emocional por parte de docentes y de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE). La labor de los profesores es muy valiosa en este sentido, pues son ellos quienes están brindando el 20% de este soporte. 

El apoyo psicoemocional también es demandado por los docentes. Según otra encuesta en la que participaron 1.200 profesores2, al menos un 22% dijo haberse sentido tensionado, irritado o haber tenido un cambio brusco de humor y el 18% afirmó haber tenido problemas para dormir. De ellos, 3 de cada 10 han recibido apoyo emocional, en su mayoría por parte de los DECE. 

“La salud mental está relacionada con el bienestar emocional, psicológico y social y afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos, determina nuestra capacidad para manejar el estrés, relacionarnos con los demás y es clave para que los niños, niñas, adolescentes y sus familias puedan salir adelante”, afirma Joaquín González-Alemán, representante de UNICEF en Ecuador. A propósito del Día de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, también destaca la necesidad de recopilar más datos a este respecto, priorizar el bienestar de los niños y adolescentes por encima de los conocimientos académicos y fortalecer el acceso a servicios de salud mental.

Cuando los niños atraviesan adversidades frecuentes o prolongadas sin el soporte adecuado, las consecuencias pueden afectar su desarrollo cognitivo, capacidad de aprendizaje y regulación emocional a largo plazo. Como parte de la respuesta a la emergencia, UNICEF desarrolla diversas acciones en el ámbito de la salud mental: 

• Con el socio implementador LAB XXI, se brinda atención psicosocial y se fortalece la creatividad, la comunicación y el liderazgo en comunidades rurales fronterizas de Carchi y Esmeraldas, llegando a 245 niños, niñas y adolescentes, 48 docentes y 79 adultos. 

• En Quito, Guayaquil, Manta y Esmeraldas, niños, niñas y adolescentes en movilidad humana reciben atención psicosocial a través de nuestro socio HIAS. Con la Fundación Idea Dignidad, también brindamos atención individual a niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia. 

• Con la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) se lleva a cabo el programa “Cuidado al cuidador”, que llega a 115 profesionales de los Servicios de Acogimiento Institucional del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y profesionales del MINEDUC. También se brinda apoyo a 230 padres y madres para impulsar la crianza positiva. 

• UNICEF ha abogado y brindado asistencia técnica para la incluir el apoyo psicosocial en el currículum de emergencia y en la labor del personal educativo a través de llamadas telefónicas y generación de espacios de descarga emocional. También ha dado apoyo psicoemocional a 7.141 docentes y cuidadores desde marzo de 2020 y les ha capacitado para mejorar el soporte que brindan a padres y alumnos, llegando de manera indirecta a 49.234 niños, niñas y adolescentes. Para asegurar este contacto, UNICEF donó 899 tabletas y 4.335 planes de conectividad a docentes y cuidadores, a través del MINEDUC y otros socios, beneficiando a cerca de 70.000 estudiantes.

• En Guayas, Pichincha e Imbabura, implementamos la estrategia de vigilancia epidemiológica comunitaria, un programa de salud basado en la comunidad que incluye el apoyo socioemocional a familias y niños menores de cinco años. En Monte Sinaí, con el Centro de Desarrollo y Autogestión (DyA), UNICEF desarrolla intervenciones psicoeducativas, análisis y detección de riesgos familiares, acompañamiento en situaciones de vulnerabilidad de niños y niñas, evaluación psicológica en casos requeridos, así como gestión interinstitucional para el abordaje de casos de violencia sexual.

Desde el inicio de la emergencia, también hemos difundido mensajes con recomendaciones para mitigar el estrés y la ansiedad, prevenir la violencia en los hogares, así como información sobre cómo conversar con los niños cuando un ser querido enferma o fallece. Para poner esta información a disposición de las familias y educadores, UNICEF ha creado el repositorio https://aquiporti.ec/ que incluye guías, herramientas pedagógicas y cuentos para apoyar a los niños, niñas y adolescentes a enfrentar las emociones que surgen frente a los desafíos y cambios que provoca la emergencia por COVID-19.