En el distrito de Chancay, en Perú, una mujer llamada Yuriko Ramírez tomó la sorprendente decisión de derribar la casa que había construido junto al padre de sus hijos, después de que un fallo judicial la obligara a entregar la propiedad a sus exsuegros.
Ramírez, quien había invertido su esfuerzo en la construcción de la vivienda mientras compartía su vida con su esposo durante 20 años, se vio forzada a abandonar la propiedad pues se separó de su pareja.
A pesar de haber contribuido significativamente en la edificación, las autoridades dictaminaron que debía desalojar el terreno, situación que favorecía a los padres de su expareja.
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La mujer, en respuesta a esta pérdida legal, no se quedó de brazos cruzados. En lugar de ello, optó por contratar a un grupo de albañiles para demoler la casa que ella misma había levantado. Esto, con la intención de evitar que la propiedad de tres pisos quedara en manos de sus exsuegros.
Este controvertido episodio se ha vuelto viral en las redes sociales, donde numerosos videos, entrevistas y fotografías han suscitado un acalorado debate sobre la situación legal y moral que rodea a esta historia.
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