Para que el funcionamiento del Metro de Quito mejore el servicio de transporte público en la capital es clave la conexión que tendrá con los buses convencionales. Según la secretaria de Movilidad, Gisel Paredes, la organización de las nuevas rutas y frecuencias está avanzada.
“Hemos avanzado una planificación desde hace varios meses atrás, hemos tenido trabajo también con los operadores convencionales. Hay una Ordenanza en la que se dispone las fases de integración de todos los subsistemas a la operación del Metro de Quito”, comentó la funcionaria.
Sin embargo el dirigente transportista, Jorge Yánez, señaló que en una reunión de socialización, prácticamente todas las compañías de transporte se opusieron a la propuesta del Municipio.
“De las 66 empresas, 65 no suscribimos ningún documento. Manifestamos nuestro total desacuerdo”, comentó Yánez. De igual manera, el principal punto de inconformidad es que no existen lugares destinados para realizar la conexión con el nuevo sistema de transporte, con excepción de las 5 paradas intermodales.
“Los buses no tienen islas de estacionamiento para retirar o dejar pasajeros en las paradas del Metro. Entonces el pasajero deberá cancelar los 0.35 centavos en el bus y los 0.45 centavos en el Metro. Eso da un total de $0.80 centavos”, agregó Yánez.
Los transportistas tampoco están de acuerdo con el sistema integrado de recaudo.
Obras
Diego Carrasco, miembro del Directorio de Metro de Quito, comentó que las paradas que se encuentran ubicadas en diferentes puntos de la ciudad deben ser adecuadas para que no sean inseguras.
A su criterio, de no hacerse las reformas arquitectónicas a las zonas de influencia de las paradas del Metro habrá inseguridad en estos sectores además de caos vehicular.