Un rápido viaje por la magia de Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’

El fútbol le debe todo a Pelé. Rápido, fuerte, habilidoso, inteligente, improvisador y desinteresado, así era Edson Arantes do Nascimento, dentro y fuera de la cancha.

Sus mágicas jugadas atravesaron dos siglos.  Lo vieron nuestros abuelos en blanco y negro cuando atravesaba las defensas sin inmutarse. Se conmovieron cuando siendo un adolescente de 17 años levantó su primera Copa del Mundo.  Es el ídolo de los niños que editan videos de sus jugadas para verificar la teoría planetaria que Pelé creó todo.

La finta más famosa de Zidane ya la había hecho el ídolo brasileño. El enganche de Iniesta antes lo practicaba Pelé. El remate de Maradona; la corrida de Cristiano Ronaldo, los osados encares de Messi tuvieron un dueño y fue Pelé.

Su historia empezó con una ilusión. “El gol más importante que marqué en mi vida fue en un pared celeste”, recordó Joa Ramos su padre, cuando vivían en la pequeña comunidad de Tres Corazones, en Minas Gerais en Brasil. 

Las calles fueron juego, donde Pelé junto a compañeros de escuela y vecinos del barrio empezó a mostrar sus habilidades que lo llevarían a jugar en el Club Atlético de Baurú, a los 13 años.

Su magia era incontenible, pasó las juveniles como un rayo. A los 16 ya firmó un contrato como profesional con Santos, la camiseta de sus amores. Un año más tarde levantaba su primer campeonato mundial de 1958. En las pesadas canchas suecas el tímido adolescente logró el mejor gol del certamen. Sin inmutarse paró el balón con el pecho cerca del área penal, sombrereó a su defensa y marcó sin problema con un fuerte derechazo. 

Pelé rompió el mito de que el 10 debe ser obligatoriamente zurdo. Él era derecho dentro y fuera de la cancha. Por eso lo molieron a patadas en el mundial del 62. Allí nuevamente Brasil se convirtió en campeón, pero su ídolo lo vio desde las gradas.

Su revancha fue en México 1970, el primer mundial transmitido a todo color, donde la “verdeamerela” fue un huracán. Nadie pudo parar a Pelé y sus tricampeones.

El mundo se rindió a sus pies. Aunque ya había alcanzado a marcar sus 1.000 goles y todos los campeonatos posibles con el Santos.

En 1975 el Cosmos de Nueva York quería tener a la estrella. Pelé era un fenómeno podía luchar contra los nazis junto a Silvestre Stallone.  Fue declarado “Tesoro Nacional” por los brasileños que este día lloran la muerte de su Rey. Un Rey que creó todo en el fútbol.