Así será la etapa cuatro de La Vuelta a España

Tras las tres primeras selectivas etapas de la 75 Vuelta a España, llega la primera etapa llana (cuesta abajo) de la carrera. A esta se sumará, con seguridad, un incómodo invitado, como es el habitual cierzo en el valle del Ebro.

La invitación a los abanicos está servida. Las diferencias que se marcan en este ciclismo moderno en las jornadas con viento suelen terminar siendo mucho más decisivas que las jornadas de alta montaña.

La organización ha preparado lo que puede ser una emboscada, pese a que habrá carreteras amplias y con largas rectas.

Ni un solo puerto de montaña, y con una altimetría claramente en descenso, el itinerario de la cuarta etapa entre la soriana Garray-Numancia y la zaragozana Ejea de los Caballeros, con 194 kilómetros, se presenta claramente favorable a los intereses de los velocistas presentes en el pelotón. Será una de las escasas oportunidades que tendrán este 2020 en la Vuelta.

Ese constante descenso, al que se unirá la presencia del viento con una previsión, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), de entre 20 y casi 30 kilómetros por hora, casi siempre soplando de forma favorable o lateralmente al rodar del pelotón.

Este es el perfil de la cuarta etapa de la Vuelta a España.

Una etapa con un alto promedio de velocidad

El cálculo de velocidad de la organización para esta jornada de entre 42 y 46 kilómetros por hora, puede quedarse muy corto. Aragón a lo largo de la historia de la Vuelta ha sido protagonista de las etapas más rápidas o de las más lentas. El cierzo siempre ha sido el protagonista.

El alavés Igor González de Galdeano mantiene el récord desde el 15 de septiembre de 2001 en la etapa. Unió Logroño y Zaragoza tras rodar a 55,176 kilómetros por hora de promedio. No parece probable que se pueda batir, el viento no soplará de cola, pero puede hacer estragos en el pelotón.

Jai Hindley se llevó la victoria en la etapa 18 del Giro de Italia