La Agencia Metropolitana de Control (AMC) trabaja en diferentes operativos en las calles de Quito. Por motivo de las fiestas, los eventos masivos y el comercio abundan en diferentes sectores.
Solo entre el 1 y 3 de diciembre se retiraron y desecharon 3 066 litros de licor. Al mismo tiempo se desalojó a personas que estaban consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública.
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En la capital ecuatoriana rige la Ordenanza Metropolitana No. 151 que establece la prohibición de venta y consumo de licor en la vía pública. La sanción es una multa del 50% de un Salario Básico Unificado (SBU), es decir 225 dólares.
La supervisora metropolitana de la AMC y el director del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, Washington Martínez, entregaron 32 actas de advertencia a comerciantes autónomos no regularizados en el primer fin de semana del mes.
De acuerdo con información de la AMC, los controles se han intensificado para verificar los permisos de comercio autónomo, licenciamiento, consumo de bebidas alcohólicas y correcto uso del espacio público.
En Quito existe un permiso que otorga el Municipio para los vendedores ambulantes. Este se gestiona a través de las administraciones zonales, pero en el Centro Histórico no se permite por ser una zona catalogada como turística y patrimonial.
En el caso de encontrar a un vendedor que no cuente con este permiso el procedimiento de los agentes de control parte de verbalizar la normativa. Si reincide se entrega una notificación escrita.
En una tercera ocasión se retira la mercadería y se aplica una multa del 50% de un SBU. Ese valor debe pagarse para recuperar los artículos retirados.