El ciclista neerlandĆ©s Dylan Groenewegen (Jumbo-Visma) asegurĆ³ que recibiĆ³ amenazas de muerte tras provocar un accidente el pasado 5 de agosto. El hecho se registrĆ³ en el Tour de Polonia cuando Fabio Jakobsen acabĆ³ golpeĆ”ndose brutalmente contra una valla.
Ā«Hubo amenazas tan concretas y serias que llamamos a la policĆa unos dĆas despuĆ©s del accidente. Los dĆas y semanas siguientes la policĆa vigilĆ³ nuestra puerta. Ya no podĆamos salir espontĆ”neamente de la casa. Si querĆa ir afuera por un momento, habĆa un oficial a mi lado para que no pasara nadaĀ», declarĆ³ Groenewegen en una entrevista con la revista WielerFlit.
El ciclista del Jumbo-Visma responsable del accidente fue suspendido nueve meses por parte de la UniĆ³n Ciclista Internacional (UCI). Posteriormente se disculpĆ³ a travĆ©s de un comunicado.
Ā«Ese accidente serĆ” para siempre una pĆ”gina negra en mi carrera. Durante el esprint me desviĆ© de mi lĆnea. Lo siento, porque quiero ser un velocista justo. Las consecuencias fueron muy lamentables y graves. Soy muy consciente de ello y espero que esta haya sido una sabia lecciĆ³n para todos los velocistasĀ», dijo en un comunicado.
Cartas de amenaza
Al referirse ahora a su propia situaciĆ³n personal, Groenewegen explicĆ³ que recibiĆ³ Ā«por correo cartas escritas a mano, que incluso incluĆanĀ», precisĆ³, Ā«una soga en la que podĆamos colgar a nuestro pequeƱo mĆ”s tardeĀ».
Ā«Cuando lees ese mensaje y ves ese trozo de cuerda, te sorprende. Ese fue el factor decisivo que me indicĆ³ que no podĆa seguir asĆĀ», agregĆ³ el corredor, que entonces acudiĆ³ a la policĆa ante las amenazas.
Estas le produjeron inicialmente Ā«un shock en el cuerpoĀ» y miedos relacionados con las alarmas de la casa o con vehĆculos con los que se cruzaba.
Ā«Recuerdo que una noche cenamos con mis padres. En el camino, un coche pasĆ³ detrĆ”s de nosotros. ComenzĆ³ a hacer seƱales y se dirigiĆ³ en diagonal detrĆ”s de nosotros. Al final nos adelantĆ³ en un camino donde eso era realmente imposible. Entonces entra el pĆ”nico. Momentos despuĆ©s girĆ³ a la derecha y no pasĆ³ nada. Empiezas a imaginar cosas que no existen en absolutoĀ», dijo el sprinter.
Groenewegen, de 27 aƱos, seƱalĆ³ que las medidas que adoptĆ³ la policĆa reflejan Ā«la gravedad de esas amenazasĀ» y reconociĆ³ que es algo que Ā«por supuesto te afectaĀ».
Ā«ĀæQuĆ© ha pasado? ĀæCĆ³mo es esto posible? ĀæEn quĆ© mundo enfermo vivimos? Se te pasan por la cabeza las cosas mĆ”s locas. Levantarse de la cama por la maƱana fue todo un desafĆo en ese momentoĀ», confesĆ³. EFE
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