El Tribunal de Apelación de Londres anuncia mañana si da luz verde a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos.
Este país lo reclama para juzgarle por 18 delitos de espionaje e intrusión informática tras las revelaciones de su portal WikiLeaks.
Los magistrados Ian Burnett y Timothy Holroyde decidirán si aceptan o desestiman el recurso presentado por Washington contra el fallo del 4 de enero de la jueza de primera instancia Vanessa Baraitser, que denegó la entrega del programador informático al considerar que presenta riesgo de suicidio.
Si gana EE.UU., en principio el caso regresaría a la inferior Corte de Westminster para que Baraitser lo remita a su vez a la ministra británica del Interior, Priti Patel, que es quien tiene potestad para ordenar la extradición.
La defensa podría recurrir esa decisión, así como también la Fiscalía -en representación de la Justicia estadounidense- si el fallo les fuera desfavorable.
Assange no estará presente en la sala cuando se haga público el dictamen.
Antecedentes
El fiscal aseguró que el australiano de 50 años no sería sometido a «medidas administrativas especiales»
Entre estas se contempla tener vetadas las visitas ni ingresaría en la cárcel ADX Florence, a no ser que posteriormente hiciera algo para merecerlo.
Washington prometió que, mientras estuviera bajo custodia, Assange recibiría tratamiento psicológico adecuado y en caso de condena, podría cumplirla en Australia.
La defensa considera que todas estas garantías pueden en la práctica ser revocadas o su aplicación sería difícil.
El fundador de WikiLeaks ha pasado más de una década confinado en el Reino Unido pese a no haber sido condenado por ningún delito.
Primero estuvo bajo arresto domiciliario y después en la embajada de Ecuador de 2012 a 2019 (cuando Quito le retiró el asilo político), y actualmente en prisión a la espera de que termine el actual proceso.
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