Los hijos del Chapo improvisan escuela ante falta de ayuda del Gobierno

Los hijos del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, conocidos como los Chapitos líderes del Cártel de Sinaloa (CDS), improvisaron una escuela para que niñas y niños de colonias pobres y de alta marginación, que no cuentan con televisión, tabletas o celulares para acceder a las clases a distancia que ofrece la Secretaría de Educación Pública (SEP) puedan seguir estudiando.

El Gobierno estatal ignoró peticiones de maestras para que hijos de pepenadores tomaran clases en línea, y los presuntos criminales “arreglaron” el problema, pues los pequeños pueden asistir a la “Escuela Temporal Extensión Bicentenario“.

El centro educativo, al que asisten más de 60 menores de edad, ubicado en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, fue “edificado” por la familia de Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo Guzmán».

Aunque se trata solo de un área con techumbre de lámina y malla sombra, con una estructura de madera que está cercada para evitar robos, así como un baño de concreto y una bodega, ahí los menores pueden ver las clases en pantallas, y hacer sus tareas en tabletas, asesorados por cuatro mujeres voluntarias.

“Teníamos meses buscando un apoyo desde que empezó la pandemia, ya había hecho varios gritos de ayuda de que (los niños) estaban pepenando por estudiar, pidiendo el apoyo a la sociedad o al Gobierno, o a quien nos escuchara”, explica Esmeralda Quiñones, una de las voluntarias.

“Ya había pedido un apoyo para televisiones al Gobierno, y no había presupuesto”, denunció.

Un día, al lugar -ubicado en la colonia Bicentenario, un asentamiento junto al basurero municipal- llegaron hombres que aseguraron ser enviados por los hijos de Guzmán Loera y les entregaron dos laptops, un par de televisiones, pintarrones, mesas, bancos, y adaptaron energía eléctrica y un módem de Internet.

En las cajas de los aparatos colocaron calcomanías con las letras JGL, las iniciales del Chapo.

Los trabajos comunitarios y filantrópicos de grupos ligados al narcotráfico en la región, no son nuevos. Lo han hecho con iglesias, cementerios y calles.

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