Pablo Vargas, un abogado que fue víctima de cuatro asaltos consecutivos que casi le cuestan la vida y que lo dejaron ciego, nos compartió su historia.
Sin ganas de salir adelante, Pablo encontró una razón de ser en el deporte y ahora es un triatlonista de élite que compite en competencias de alta exigencia.
Pablo nunca imaginó que quedarse ciego le darían un sentido tan profundo a su existencia. De hecho, cuando perdió la vista intentó suicidarse tres veces.
Este atleta ha enfrentado varias situaciones complejas en muy poco tiempo, entre ellos asaltos, donde casi muere y perdió la vista por el gas que le hecharon en sus ojos los delincuentes.
Los médicos fueron parte importante en el descubrimiento de su misión en este mundo. Vargas señala que los galenos le dijeron que tenía una misión pendiente y que se preguntara para qué le pasaron estas cosas.
En medio de sus proceso de reflexión y descumbrimiento encontró su respuesta en el deporte. Pablo no puede realizar estas actividades solo y por ello trabaja con guías.
«Definitivamente tenía que haber estado ciego para apoyar a muchas personas que están a mi alrededor. Siempre estoy ayudando a personas que pierden la visión, trato de motivarles y luego les enseñó como usar un bastón o muchas cosas distintas para que puedan tener una independica», manifiesta Pablo.
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