El smog de los vehículos, pitos ensordecedores, colisiones y más, es el panorama diario de quienes conducen o se movilizan en transporte público en Quito. Según estudios de la empresa internacional INREX, en la capital se pierden, en promedio, 70 horas al año debido a la congestión vehicular.
“Eso es como si estuviéramos un feriado sentados en el carro”, dice Daniela Chacón, coordinadora de “Quito cómo vamos”, quien asegura que esto tiene una afectación en la salud tanto física como mental.
En el estudio presentado por INREX, Ecuador ocupa el puesto 40 de países con peor congestión vehicular a nivel mundial, mientras que en el ranking de la región, Quito es la tercera ciudad, después de Bogotá con 122 horas y Medellín con 91 horas perdidas.
De acuerdo a datos de «Quito cómo vamos», el tiempo, promedio, que toma movilizarse en bus en la capital es de aproximadamente 77 minutos, es decir más de una hora. En tanto que, los viajes en autos particulares son de 45 minutos.
Causas
Según Chacón, las causas principales de esta problemática se deben al incremento anual de viajes en vehículos particulares, así como la cantidad de autos que circulan por las calles de la capital.
“Si es que esta tendencia sigue lo que vamos a tener en Quito es más congestión, más tráfico y más caos en vez de una mejor calidad de vida”, precisa Chacón.
Los ciudadanos aseguran que debido al tiempo que pasan en el tráfico debe madrugar más, llegar más tarde a casa, además que reduce el tiempo destinado a otras actividades.
Chacón sostiene que para descongestionar las calles de la capital es necesario un cambio en el modelo de ciudad e impulsar iniciativas para que la ciudadanía opte por otros tipos de movilización.
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