La separación entre el Ejecutivo y la Asamblea se ahonda con la designación de Virgilio Saquicela como presidente del Legislativo. El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, lo desconoce como titular de la legislatura mientras al interior se gesta una nueva bancada.
Los cuestionamientos para la Asamblea Nacional no terminaron con la destitución de Guadalupe Llori de la presidencia del parlamento, al contrario dicho proceso ha dado paso a una pugna de poderes. Por un lado, el Ejecutivo desconoce la designación de Virgilio Saquicela y, por otro, a la interna se mueven cartas para ocupar la vicepresidencia.
«Estamos en desacuerdo. Condenamos y rechazamos lo que ha sucedido hace dos días con la destitución ilegal de Guadalupe Llori, sin embargo, no vamos a intervenir porque ese es un asunto de la Asamblea y de la función judicial. Si vamos a estar a la espectativa de lo que se resuelva respecto de ese capítulo», enfatizó el ministro Francisco Jiménez.
Llori tras ser destituida aseguró que Saquicela usurpó su cargo pues de por medio estaban unas medidas cautelares dictadas por un juez que impedían que el pleno trate el tema. Sin embargo, el hecho ya está consumado y ahora Llori deberá continuar como asambleísta.
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