Siete sujetos que fingieron ser pasajeros, secuestraron a un taxista informal, le robaron el vehículo y lo dejaron maniatado.
El hecho ocurrió en el noroeste de Guayaquil, donde la víctima afirma que tuvo la desdicha de aceptar una carrera, pese a que afirma que no trabaja como taxista.
El hombre permaneció encerrado en una casa de Socio Vivienda por alrededor de seis horas.
La víctima fue liberada gracias a denuncias de los moradores, quienes vieron el movimiento sospechoso en el lugar.
Según el hombre que ahora vive para contarlo, los antisociales le dijeron que solo querían el carro para «hacer unas vueltas».
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