Formas de violencia física se trasladan al mundo virtual: Una lista de casos

Las formas de violencia en el mundo físico se trasladan al entorno virtual en el ámbito educativo. Una lista de cada tipo de vulneración, con su equivalente virtual consta en el Protocolo de actuación frente a situaciones de violencia digital, presentado por el Ministerio de Educación el 28 de septiembre de 2023.

Por ejemplo, el abuso sexual infantil se expresa en el mundo virtual como grooming y sextorsión; el acoso escolar como ciberacoso o ciberbullying. Otras formas de violencia mantienen su nombre, pero se producen a través de plataformas digitales, por ejemplo la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.

Vulneraciones de derechos en el mundo físicoVulneraciones de derechos en el mundo virtual
Acoso escolarCiberacoso o Ciberbullying
Violencia entre niñas, niños y adolescentesPaliza feliz / happy slapping
Abuso sexual infantilGrooming y sextorsión
Violencia intrafamiliarCiber control y acoso psicológico a través de la Internet
Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes a través de plataformas digitales
Exposición a contenidos inapropiados en medios tradicionalesExposición a contenidos inapropiados en la Internet y redes sociales
Desaparición de niñas, niños y adolescentes Exposición a personas peligrosas en la Internet y redes sociales (captación)
Robo o pérdida de identidadSuplantación de identidad en la Internet
Exposición a violencia y delitos en el entorno urbano Ciberdelitos y cibercrimen
Fuente: Ministerio de Educación y Childfund a partir del Protocolo de la Riamusi.

De acuerdo con el Protocolo, hay acciones que corresponden a las instituciones educativas, la familia y los estudiantes frente a las situaciones de violencia digital. La intención es prevenir, detectar, intervenir, derivar, dar seguimiento y reparar.

¿Qué debe hacer la institución educativa?

Entre las acciones que la comunidad educativa puede ejecutar para llevar adelante este protocolo se establece la elaboración de un Plan Educativo Institucional y el Código de Convivencia; fomentar prácticas de autocuidado y cuidado en los entornos virtuales.

Es decir, brindar información y socializarla para que las niñas, niños y adolescentes detecten algún tipo de peligro. El cuidado y autocuidado implica también tener una relación cercana de respeto y confianza para posibilitar el diálogo, según lo señala el mismo protocolo.

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Otra acción es promover campañas para hacer frente a los riesgos que existen en el mundo virtual, que de acuerdo al protocolo, se clasifican en tres niveles: leve, medio y alto. Dentro de esto, brindar una atención con enfoque educativo y positivo.

Es importante también que en la comunidad educativa se fomente la igualdad de género en el aula, el respeto y la empatía hacia aquellos que son o han sido víctimas de la violencia digital, para apoyarlos y denunciar los casos.

Las instituciones educativas deben ofrecer espacios seguros y confidenciales para que las y los estudiantes víctimas de violencia en línea puedan hablar sobre su experiencia y buscar apoyo.

Finalmente, y con el objetivo de fortalecer sus capacidades, las instituciones educativas deberán coordinar acciones con entidades del Estado, organismos no gubernamentales de cooperación, sociedad civil y actores comunitarios.

¿Cuáles son las acciones en la familia?

El protocolo señala como primordial el acompañamiento de los padres a los hijos y la fijación de reglas y acuerdos.

Es decir, no permitir que los hijos permanezcan períodos largos y sin supervisión en espacios virtuales. Y llevar el control de los sitios a los que acceden los niños, niñas y adolescentes. De ser necesario instalar programas para tener dicho control. Además que los sitios a los que acceden los menores sean acorde a la edad.

Supervisar el tiempo y el contenido al que acceden los hijos en la web. Foto: Pexels

Se recomienda establecer horarios para el uso de dispositivos digitales y que estos sean cumplidos por todos los miembros de la familia.

Conversar abiertamente con los hijos sobre los peligros que existen en la Internet, y lo que puede ocasionar el intercambiar información personal con personas desconocidas.

Para que este control y la convivencia entre padres e hijos sea más llevadera, se recomienda a los tutores capacitarse en ámbitos digitales.

Niñas, niños y adolescentes, ¿qué deben hacer?

Las niñas, niños y adolescentes también deben cumplir acciones concretas para evitar ser víctimas de la violencia digital. Entre ellas se menciona:

Evitar la publicación de contenido íntimo y personal en redes sociales y estar consciente de que el contacto con desconocidos a través de la Internet puede generar riesgos.

Ante esto, se insta a desconfiar de publicidades sobre premios o promociones y mensajes que pueden recibir de extraños, así como a considerar el contenido que se va a hacer público.

Evitar contenido ofensivo, discriminatorio u ofensivo, de detectar alguno de estos en las redes, no ser partícipe. Además, hacer uso de los filtros de privacidad para controlar quiénes pueden ver su información.

Finalmente, que las niñas, niños y adolescentes tengan en cuenta que el tiempo en redes no sustituye el tiempo real con familiares y amigos. Si en algún momento detectan peligro en la Internet que lo dialoguen con un adulto de forma urgente.

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