«Llegaba de mi trabajo, yo los chiflaba y ellos salían, me recibían. Me decían papá vamos a comprar«, recuerda, en medio de lágrimas, Jhordan Pinto, padre de los cuatro niños asesinados el pasado 13 de diciembre de 2023, en el Guasmo Sur, en Guayaquil.
Un mes luego de la tragedia llamada ‘error’, Teleamazonas conversó con Jhordan, quien intenta ser fuerte ante la pérdida de sus hijos y su esposa, con quien compartió varios años.
«Yo se que Dios me va a ayudar bastante, me va a bendecir en grande, fuertemente, a mí y mi familia porque son los que han estado conmigo en estos últimos momentos», dice el padre de las víctimas equivocadas de la violencia.
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Ahora, Jhordan se prepara para ingresar a su nuevo trabajo. Desde la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), le llamaron para ofrecerle un puesto como bodeguero, en el que iniciará el próximo 1 de febrero.
Aunque este padre de familia ya no vive en la casa donde ocurrió la tragedia, continúa en el mismo barrio conflictivo. «Esa casa quedó abandonada. No vuelvo más allá por tantos recuerdos que vive con mis hijos y mi esposa. Para estar allá y volver a recordar de nuevo, no, por eso mejor decidimos salir de allí», cuenta.
Sin embargo, en medio de la tristeza y la ausencia que jamás podrá ser remplazada, en esta familia hay vida, se trata de la sobrina de Jhordan. La niña de un año y cinco meses, única sobreviviente de aquella noche de terror.
Olga Jordán, mamá de Jhordan Pinto, cuenta que la pequeña es la única sobreviviente de los menores de edad. De los adultos, dice, sobrevivieron ella, su esposo, sus dos hijos y el exesposo de su hija.
Olga apoya a su hijo, al que le cuesta levantarse todos los días, pero dice que con fe y a su tiempo buscará salir adelante.